Las alas curvas del Boeing 787 son uno de los rasgos más icónicos del tipo. Hacen que el ‘Dreamliner’ sea fácilmente reconocible comparado con los antiguos aviones de una sola cubierta de cuerpo ancho de Boeing, como el 767 y el 777. Pero, ¿cuáles son las razones de este llamativo diseño?

Por una autonomía operativa más extensa
Uno de los mayores puntos de venta de los Boeing 787 para sus operadores es su gran alcance operativo. De hecho, a principios de esta semana, la aerolínea de bandera australiana utilizó uno de sus 787-9 para operar múltiples vuelos sin escalas desde Londres Heathrow a Darwin, en el norte del país. Los vuelos de la aerolínea entre Londres y Australia normalmente tienen que hacer una parada en Singapur.
El rango del Dreamliner es ligeramente diferente entre sus tres variantes. Según Boeing, las cifras son las siguientes:
- 787-8 – 7,305 NM (13,530 km)
- 787-9 – 7,530 NM (13,950 km)
- 787-10 – 6,345 NM (11,750 km)
Estas estadísticas son la culminación de una extensa investigación y desarrollo por parte del fabricante estadounidense, que dio como resultado numerosos factores de ahorro de combustible. Uno de ellos es el llamativo diseño curvo de las alas del avión.

Diseñado para una eficiencia óptima
Las alas curvas del Boeing 787 hacen que la flexión de las alas sea un fenómeno claramente visible. Aunque puede parecer inusual o incluso desconcertante ver tanto movimiento vertical de las alas, hay una buena razón para permitir que esto ocurra. Boeing afirma que la tecnología fly-by-wire del Dreamliner:
“…optimiza la forma del ala automáticamente para ahorrar la mayor cantidad de combustible. Durante su vuelo crucero, el borde de fuga del ala se ajusta automáticamente hacia arriba y hacia abajo para optimizar continuamente la comba para una máxima eficiencia.”
Esta tecnología también reduce al mínimo el efecto de la turbulencia que, de otro modo, podría causar una perturbación a los pasajeros. No es sólo la forma del ala lo que optimiza el rendimiento del 787, sino también los materiales con los que está construido. Con este fin, Boeing afirma que:
“El uso de materiales compuestos en la estructura del ala permite que el ala del 787 tenga una mayor relación de aspecto (el cuadrado de la envergadura del ala dividido por el área del ala) que las aeronaves anteriores.”
El resultado de estas características es una combinación perfecta para los operadores del Dreamliner. Debido a su avanzada tecnología, puede volar más rápido que sus predecesores, consumiendo menos combustible.

Sin alerones
La naturaleza de las alas curvas del Boeing 787 hace que el avión tenga lo que se conoce como “puntas de ala rastrilladas”. Esto también funciona como una opción alternativa a los alerones en la punta del ala. Una vez más, esta característica también contribuye a aumentar la eficiencia del combustible y, en consecuencia, el alcance operacional. Esto se debe a la subsiguiente reducción de la resistencia aerodinámica causada por los vórtices que se desarrollan cuando las puntas de las alas cortan el aire.
El próximo proyecto de Boeing de cuerpo ancho, el 777X (que también contará con puntas de ala plegables), también prevé un movimiento similar de sus alas, aunque en un ángulo menor. El Airbus A350 es otro avión de pasajeros cuyas alas tienen un ángulo de barrido similar al del Dreamliner; de hecho, fue diseñado para competir con ese modelo.

El futuro del diseño de las alas parece seguir desarrollándose de manera fascinante, ya que los fabricantes siguen esforzándose por optimizar la eficiencia del combustible. Boeing está incluso buscando un golpe de innovación con su avión de pasajeros Transonic Truss-Braced Wing (TTBW). Sin duda será interesante ver cómo la tecnología de las alas evolucionará en los años venideros.
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